sábado, 31 de julio de 2010

On air

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Atardecer desde Cap d'es Falcó, Ibiza


Es momento de admitirlo, es oficial, soy una broncas de los aviones, persona conflictiva, alguien a quien evitar en las alturas. Así es amigos, no sé a qué se debe pero si da la casualidad de que os toco en una butaca colindante a la vuestra en un avión, por vuestro propio bien os recomiendo que no habléis en voz alta, no me deis patadas al asiento, no se os ocurra darme codazos, gritar, ni ser maleducados en general porque aquí servidora pierde la paciencia y tiene una facilidad pasmosa para montar numeritos aéreos.

Cierto que a ras de tierra tampoco me voy a callar si algo me importuna, prometo que aunque de sangre caliente ante todo soy educada, pero a 1000 pies de altura la falta de oxígeno en el cerebro lo empeora todo, mucho.

Mis padres aún recuerdan con horror el viaje a Londres en el que amenacé a tres adolescentes que teníamos sentadas detrás con esperarlas a la salida si no me hacían caso por tercera vez y dejaban de gritar como idiotas de una santa vez. Volviendo de Milán la maravillosa secretaría del Consorte se quedó ojiplática perdida cuando me oyó subir el tono de voz por encima de los altavoces del capitán para espetarle a una maleducada en mi italiano macarrónico que si no entendía que el reposabrazos había que compartirlo y dejaba de darme soeces codazos “la próxima vez que tu tocare el mio Corpo io ti stronzo la cara, capicci?”. Tremendo. Así infinidad de anécdotas en las que, según yo, voy impartiendo justicia en un terreno que la gente toma como neutro y por el que deciden campar a sus anchas sin educación ni modales como es el espacio aéreo. Sin ir más lejos, ayer mismo, después de recibir severas patadas en los riñones, ser despertada y zarandeada sin piedad por el abuelito de detrás y comprobar incrédula que el tipo lo estaba haciendo adrede porque consideraba que había echado el asiento demasiado hacia atrás, le amonesté delante de todos sus nietos a voz en vivo por su incapacidad de usar el lenguaje en vez de las agresiones físicas, apunté con todo irónico el gran ejemplo que estaba siendo para su prole y le informé de que si lo hubiera pedido educadamente yo habría rectificado la posición, sin embargo a partir de ahora y durante las próximas 10 horas iba a tener que ir plegado como una sardina porque la menda, ahora sí que no abuelo, no va a mover ni medio milímetro el respaldo y como lo vuelva a tocar, dejamos las palabras y pasamos a la acción.

Ahora que lo pienso, qué miedo me doy. El Consorte pobrecito ni se inmuta, él hace como si no me conociera y una vez todo ha pasado le suelo descubrir una media sonrisa en un lado de la boca como diciendo….ya está mi mujer otra vez liándola.

Y vosotros, ¿os cambia el carácter en las alturas?

Os estaréis preguntando qué tiene esto que ver con la moda, nada amigos, nada. Sólo comentaros que me he venido al otro lado del mundo de vacaciones. A San Francisco. Seguiremos informando con una diferencia horaria de 9 horas.

Un abrazo enorme,

La Condesa con un jet lag de órdago

domingo, 25 de julio de 2010

Sluiz

Siento una extraña fascinación por la revista AD. Extraña porque no soy decoradora ni tengo tiempo siquiera de comprar unas sillas decentes para la mesa del comedor, de hecho, el Consorte y yo llevamos meses peleando porque a uno de los dos no nos toque comer en "el taburete". Fascinante porque, a pesar de la apremiante falta de tiempo para decorar, cada vez que uno de sus ejemplares cae en mis manos no puedo evitar revisar todas y cada una de sus páginas, me atrapa.

Es más que frecuente que salgan casas ibicencas decoradas con exisito gusto, mezclando antiguedades con piezas de estética industrial, paredes encaladas contrastando con ropa de cama colorida, obras de arte con humor y alguna que otra pieza de autor. Una, que es provinciana a pesar de aristócrata, siempre se pregunta lo mismo cuando ve estas casas...."Y esta gente que no es de Ibiza ¿se hace mandar todos los muebles y demás detalles desde la península? Qué navajazo te tienen que dar por los portes, no? Porque en las tiendas de Ibiza yo nada más que he visto puro Buda, jardines zen de arena y demás horteradas. ¿De dónde lo sacarán todo? ¿Y por qué todas las casas se parecen si cada una es de su padre y de su madre?"

Por fin, este fin de semana mi ignorancia tuvo respuesta. Sluiz, querida, Sluiz.

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Hasta la bolsa que te dan por la compra es bonita, perfecta para llevar las cosas a la playa.

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Muebles de exterior de todo tipo que puedes personalizar a tu gusto con la carta de telas y colores que tienen.

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El interior de la tienda es una exhibición perfecta del mejor visual merchandising. Te lo quieres llevar TODO.

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Además de los muebles tienen menaje y todo tipo de detalles con mucho sentido del humor. El encargado de compras de la tienda es un genio.

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Siempre habrá un lugar para vosotras ahora que no cabéis encima de la televisión de plasma.

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Cuidado Consorte, hay unos peluches tendiéndote una emboscada.

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Armarios antiguos y colores neón. Gran combinación.

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Sillas de la consulta del médico de cuando éramos pequeños retapizadas en telas africanas. Si es que no hay que tirar nada en esta vida, hay que ponerse en modo hurraca, guardarlo todo y darle a la creatividad.

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Estas dos fotos son simplemente porque hacía tiempo que no salía el Consorte y le tocaba. Óle.

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Lo dicho, si vais a Ibiza no os perdáis esta tienda, es toda una experiencia, sales con ganas de coger el maldito taburete y retapilarlo en colores chillones...o tirarlo para siempre.

Abrazos a todos,
La Condesa tiene un plan

SLUIZ. store 1
call: +34 971 800 005
ctra. Ibiza/San José Km 8
San José

SLUIZ. store 2
call: +34 971 931 206
ctra. Ibiza/Santa Eulalia Km 4,5
Ca na Negreta

lunes, 19 de julio de 2010

Señales

Lunes por la mañana...julio...en la oficina...hace un calor que no se puede dormir por las noches...no pienso pisar la calle hasta que inventen una cápsula de aire acondicionado portátil para humanos...todo el mundo está ya en la playa...qué hago yo aquí...me quiero ir....lo ultimo que quiero es estar delante del ordenador...no me apetece hacer nada...de nada...nada...ppfff...voy a por otro café

Para todos los que están al borde del suicidio pre vacacional aquí va un corto precioso. Dura 12min así que si estáis en la oficina más os vale encontrar una buena excusa para mirar fíjamente al ordenador sin hacer nada más...o disimular con el teléfono colgado de la oreja.

Ánimo! Hay que leer las señales!