Voy a escribir este post lo más rápido que pueda antes de que el ordenador explote o el reloj me lance un muelle al ojo, visto que algún tipo de "mal fario" tecnológico se ha apoderado de mi, cualquiera de estas dos cosas las siento más que posibles.
Primero fue el móvil, hace ya diez días saltó de mi bolsillo, debió de suicidarse o el ladrón era de guante blanco y suave porque desde luego yo no me enteré. Era un Iphone, así que usando los apps de localización me enteré de que lo tenía algún desgraciado a dos manzanas de mi casa que, apesar de mis mensajes de súplica, claramente no estaba dispuesto a devolvérmelo. Pasé por estados muy parecidos al del duelo: primero la ansiedad (LAS FOTOS! LOS CONTACTOS! LAS APPS! MI VIDAAAA!), después la desesperación (no, no, noooo, qué voy a hacer ahora? morir lentamente abrazada al cargador recordándole!), le siguió la histeria (el iCloud!! por dioses si estáis ahí arriba haced que esté bien configurado y se salve todo) y finalmente la calma y la aceptación (sí!! está todo en la nube, gracias a los dioses del cielo que la custodian, bueno, no pasa nada, era sólo un aparato, calma). Sin embargo, esa calma inicial se fue transformando en una especie de altanería chulesca cuando tuve que hablar con mi operador (¿que me vas a cobrar cuántos riñones por otro Iphone? ¿que todo ese amor que me juraste cuando nos conocimos era mentira y ahora no te importo nada?) y la rabia me hizo decidir que, al fin y al cabo, tampoco se está tan mal sin móvil. Los primeros días lo llevé muy bien, creo que hasta lo agradecí, me sentí feliz, ligera, liviana, descargada del tic nervioso de comprobar el móvil cada minuto y medio, ¿por qué no reconocerlo? creo que me sentía incluso un poco mejor que el común de los mortales por haber conseguido "el dejar de fumar" más pernicioso de nuestros días, la dependencia del móvil. Y creo que es ahí justo cuando busqué mi ruina.
El destino cruel y siempre dispuesto a enseñarte una lección cuando te pones engreído (al menos a mi), hizo que en los días siguientes me perdiera por Madrid conduciendo sin el GoogleMaps en directo, que tuviera que rogarle a un guarda del palacio de los deportes que me dejara un teléfono para que la chaqueta le llegara a tiempo al presentador de la gala, que no pudiera hacer transferencias online sin la firma móvil pero sobre todo, lo peor de todo, que en ocasiones me sintiera en una soledad insoportable sin whasaps acompañándome. La dependencia del móvil no es si no la de nuestra propia soledad, el móvil es la televisión encendida de fondo del nuevo siglo.
Ya lo he entendido, ya lo reconozco, ya he rogado a otra teleoperadora que me acoja entre sus brazos como buena oveja descarriada, sin embargo los dioses, siempre caprichosos, me acaban de lanzar otro rayo haciendo que se me bloquee el programa de gestor de emails del ordenador, el "mail" para los macqueros o el "outlook" para los PCs. ¿Puede haber algo más cruel? Yo creo que no...así que ya está, doblegada y rendida, humildemente pido por favor que vuelva mi Iphone, que mi Mac vuelva a comportarse como era, que Steve Jobs desde las alturas perdone mi impertinencia y me mande una señal del mejor servicio técnico de Aple en Madrid. Lo siento amigos, no se puede luchar desde la oscuridad de la incomunicación absoluta.
Las imágenes que acompañan al post son de una instalación del museo de arte moderno de San Francisco, no sé si se entiende bien en el video cómo está hecha, cientos de luces que se encienden y apagan en sincronía dando forma a dos luchadores de boxeo. Alucinante
Lo primero, enhorabuena por la pedazo chaqueta de Tony Aguilar en los Premios 40 principales.
ResponderEliminarAyer viendo Que tiempo tan efliz, salió un reportaje sobre los premios y creo que vi a una chica con una condesa roja pero no estoy segura al 100% jeje
Y que rabia lo del móvil aunque viene para desintoxicarse un poco!
Yo confieso que estoy enganchada no, enganchadísima a mi Samsung (aunque sueño con un Iphone)por el twitter, por el facebook, por los emails, por Instagram, por Pinterest, porque me entero de todo desde ese aparatito y cuando no lo tengo, como bien dices, debe ser algo parecido al mono del tabaco. A mi se me estropeó la Blackberry, antes del Samsung, y estuve varios días sin ella, al principio lo pasé fatal, luego me fui acostumbrando a tener un movil que no tenía nada, ni internet ni nada, y que solamente podía comunicarme con la genta llamándola por teléfono. ¡Qué rara me sentía! Pero luego cuando te desintoxicas y aprendes a vivir sin movil te devuelven la Blackberry arregladita y de nuevo comienza la obsesión. Qué razón tiene el anuncio ese no sé de qué compañía telefónica cuando salía un tio solo en la Gran Vía de Madrid, creo recordar, porque no tenía internet en su movil o en su casa. Mi marido no me entiende pero es que yo me lo paso pipa con mi movil.
ResponderEliminarbeso grande
pd: Me encantan tus chaquetas.
Enhorabuena por el éxito!
ResponderEliminarnada tendrá tanta repercusión como hacerle la chaqueta al presentador de la gala más vista. Nadie hablaba de los premios, todo el mundo comentaba la chaqueta.
Buenísimo efecto, genial acción.Ojalá tenga consecuencias en cadena...siempre buenas.
Un saludo
Esto suena un poco a rollo "Terapia de grupo". Aquí va mi testimonio. Estuve dos semanas sin ordenador y utilizaba el IPad a modo botella de oxígeno porque no podía respirar...En cuanto al móvil, me puse el Wapp en verano porque mi madre se lo puso. Yo me resistía porque como soy obsesiva compulsiva sabía lo que me venía encima. Ahora lo pongo en silencio para no mirarlo cada vez que pita, pero como oigo el zumbido del silencio estoy como una loca oyendo ruidos de todos lados..MAQUINA DEL INFIERNO, lo sabía!
ResponderEliminarMe encantan tus chaquetas.
ResponderEliminarAnimo... se puede vivir sin Iphone!
ResponderEliminartodo es proponerselo
Increíble donde han llegado tus chaquetas! Me alegro taaaaaaanto que triunfes :)
ResponderEliminarUn saludo de una móvil-adicta!!
En mi país, un vecino que igual que Usted, ubico su iphone robado a dos cuadras de su casa y al no recibir respuesta para que le fuese devuelto, fue con la policía a su rescate y según él, no hay mayor satisfacción que recibir de vuelta el teléfono y ver la cara de espanto de la persona que lo tenía jajajaja, lo dejo como sugerencia ... :D saludos desde México.
ResponderEliminarLe hiciste tú la chaqueta? De lo que se entera una!! :)
ResponderEliminarNo te conocía, pero leyéndote me he sentido identificada! (aunque es un rollo que pasen esas cosas, a veces viene bien el proceso de "desintoxicación") ;)
Besitos!!
http://stressedcloset.blogspot.com.es/
Me encantas Condesa, me parto con tus posts... :-)
ResponderEliminarDale un beso a la heredera con sus New Balance de Run Baby Run!
Otra que se une a la terapia de grupo: mi móvil del neolítico decidió jubilarse, sin previo aviso, el día 2 de Enero. Ni fotos, ni mensajes, ni contactos de reciente adquisición. Nada.
ResponderEliminarPara más inri, al poner la tarjeta de memoria en un móvil más antiguo aún, salieron a la luz teléfonos de antiguos mamarrachos que ya había borrado. ( por qué a mí? :______ S )A la espera estoy de una nueva adquisición, pero ya os digo que estoy en modo no-quiero-whatsapp.
Un besazo y ánimo, que de todo saldremos y nos reiremos!!
Me pasó lo mismo estas navidades. Se me rompió la pantalla del iphone dos veces en quince días. La segunda juré que no lo arreglaría, y que volvería a los tiempos del nokia. A los cuatro días estaba suplicándole al de la tienda de apple que me atendiera sin hora, aunque eso supusiera estar dos horas allí esperando, pagar otros 150 euros, y de paso una funda de 30 euros para que no me volviera a pasar lo mismo..
ResponderEliminarGenial post!! me encanta tu blog, yo estoy empezando el mío..
http://vencomingoacualquierotraparte.blogspot.com.es/